Errores de Trading : no saltó el Stop Loss

Como trader inexperto que era, me sobraba lo que yo llamo seguridad ingenua. Había abierto posiciones en Sacyr, comprando Call warrants en lo que era el límite inferior de un canal alcista, como marcaba el Análisis Técnico. Me las prometía felices, mantendría la posición un par de días y vendería en el techo del canal.

Me dije: para qué voy a poner Stop Loss, si estoy pendiente de la pantalla todo el tiempo. Si baja, vendo.

Al día siguiente no terminaba de despegar, la cotización seguía pegada a la base del canal, aunque ya llevaba algo de ganancia. Estar en positivo me mantenía ingenuamente optimista. y me marché un par de horas a hacer unas gestiones.

A la vuelta la cotización había perforado el soporte del canal, me mosqueé y puse un Stop de venta. En la siguiente hora Sacyr bajó tan bruscamente que no saltó el Stop Loss. El movimiento fue tan rápido y violento que cambié varias veces la orden de venta, persiguiendo a la cotización y la orden no entraba. La broma me costó el 11% de la inversión.

Conclusiones: Las órdenes se ejecutan por orden de llegada. En una variación tan brusca la cotización hace un barrido tan rápido que puede que tu orden no entre o llegue tarde. Aprendí que es imprescindible colocar la orden de Stop Loss en el mismo momento que abres la posición, para así estar antes en la cola de ejecución.

Dejar de perder

Últimamente he vuelto a hojear el libro de Alexander Elder, Trading for a Living, (en español vivir del trading ), repasando su concepto de las 3 Ms : Mente, Método y Money Management y me parece curiosa la forma que tiene de tratar la psicología del trader, comparando a los traders perdedores con los Alcohólicos Anónimos. Elder recomienda al inversor que opera en Bolsa que se enfrente a las pérdidas de la misma manera que la gente de Alcohólicos Anónimos se enfrenta al alcoholismo. Incluso aconseja su “método de los doce pasos”, sustituyendo la palabra alcohol por la palabra pérdida. Elder explica que:

El bebedor no puede resistir la tentación porque continúa sintiendo y pensando como alcohólico. El trader perdedor no sabe impedir su hábito a perder porque continúa sintiendo y pensando como un jugador.

La vida del alcohólico va cuesta abajo, fuera de control, cuando niega ser un alcohólico. Niega que el alcohol controle su vida y alimenta la fantasía de que es capaz de dejarlo cuando quiera (como los fumadores). O piensa que cambiar de bebida o reducir un poco es la solución al problema. El trader perdedor va erosionando su cuenta poco a poco, fundiéndose los ahorros, siendo desplumado mientras niega que ha perdido el rumbo en los mercados. No puede aceptar la dolorosa verdad y se la oculta a si mismo y a los demás. Habla de sus éxitos pero nunca de sus fracasos.

El bebedor de Alcohólicos Anónimos aprende que la sobriedad comienza en la mente de las personas. Los traders que sobreviven en Bolsa aprenden que el problema no estaba en los métodos o en el Mercado, estaba en sus mentes.

El perdedor va cambiando entre diferentes mercados, cambia de estrategias, de gurús, de sistemas de trading.... Toma posiciones impulsivas, opera en exceso intentando resarcirse por la pérdida anterior, como si quisiera vengarse del Mercado. Su capital se va reduciendo mientras él intenta recrear la placentera sensación de ganar. Asume riesgos cada vez mayores, compra todos los libros con el último “sistema definitivo para ganar en Bolsa”, busca consejos de asesores, soplos, información privilegiada. Invierte el sentido de sus posiciones continuamente, dobla sus posiciones cuando las cotizaciones caen. El perdedor no se da cuenta de que no puede parar porque es adicto a la excitación que produce el juego.

Un trader profesional, si tiene una serie larga de pérdidas lo toma como una señal de que algo va mal. Entonces para de invertir y repasa sus métodos y sus análisis. Tienes primero que cambiar tu manera de pensar si quieres parar las pérdidas y empezar a recuperarte. Como dice Mark Douglas en The Disciplined Trader, el trading es una disciplina mental. Ni más ni menos.

Yo también toqué fondo un par de veces. Sé lo que se siente. Entonces me detuve, revisé los registros de todas mis operaciones y comprobé que , de entre los tres grupos de errores ( errores de método, errores de disciplina y errores de gestión de capital ), yo siempre cometía los mismos 5 errores concretos, una y otra vez. Identificados mis 5 puntos débiles de trading los escribí en una tarjeta y la pegué al lado de la pantalla del ordenador. Así cada mañana, antes de lanzar cualquier operación, la leo y compruebo que no voy a “volver a caer en lo mismo”. Cada día vigilando hacerlo bien, como el alcohólico anónimo cada día vigilando mantenerse alejado del alcohol.

Invertir en Bolsa debe tomarse como un negocio para ganar dinero, no como un juego. Las pérdidas razonables siempre existirán y forman parte del negocio. Pero hay que distinguir cuándo pierdes como profesional y cuándo pierdes como jugador. Una vez definido el riesgo razonable por operación (según el capital y el límite de Stop Loss, incluidas comisiones), el profesional no aceptará perder ni un euro más, saldrá sin excusas, sin esperanzas vanas y sin emociones. Lo contrario sería comportarnos como jugadores.